Este 19 de noviembre tendremos una batalla histórica en Argentina que involucra a todos los pueblos de Nuestra América, y a todos aquellos y aquellas que hemos admirado por más de 40 años la heroica resistencia que el pueblo argentino ha hecho de su democracia, y de las banderas de memoria, verdad y justicia que lo representan en el mundo.

El domingo será la segunda vuelta electoral que definirá quién será el próximo presidente de Argentina entre los candidatos Sergio Massa, de Unión por la Patria y Javier Milei, de la Libertad Avanza, figura de la extrema derecha que llegó hasta esta instancia por el voto del 30% del electorado. Desde que empezó la campaña el candidato Milei centró su proyecto basado en el odio de clase, en la destrucción de la memoria colectiva y expresando un profundo desprecio por la democracia.

Su candidatura ha logrado capitalizar la inconformidad y la crisis de legitimidad que sufren la democracia y los escenarios políticos tradicionales, creando la posibilidad real de un gobierno de extrema derecha en uno de los países con mayor tradición democrática y pluralista de la región, y convirtiéndose en un sueño a punto de hacerse en realidad para las fuerzas fascistas que acechan nuestro continente, y que ha pesar de haber sido derrotados en las urnas, o haber salido de sus gobiernos dejando a sus pueblos en la miseria, continúan ladrando como defensores del modelo neoliberal y la desigualdad social.

Con el descaro y la indolencia que caracteriza a los enemigos del pueblo, se atreven a impulsar cartas de apoyo a candidatos como Milei y a su fórmula vicepresidencial Villaruel, que proponen desde la venta de órganos, la privatización de la salud, la educación, o los fondos de pensiones, hasta la liberación de genocidas y la admiración por criminales de guerra como Margaret Thatcher quien, en la Guerra de Malvinas, decidió deliberadamente bombardear el crucero ARA General Belgrano de Argentina que se encontraba fuera de la zona de guerra, asesinando a 323 soldados argentinos.

¿Quién sino el partido Vox o Mariano Rajoy de España, Jair Bolsonaro de Brasil, Iván Duque de Colombia, Sebastián Piñera de Chile, o el líder pseudointelectual del fascismo regional, Vargas Llosa, que a pesar del cinismo de haber cosechado derrotas tras derrotas, pueden convocar a un pueblo a clavarse a sí mismo un puñal?

Milei es un peligro real para el campo popular de Argentina, y por ende para el pueblo de toda Nuestra América. Representa la posibilidad de que, desde el poder del Estado, se pueda impulsar una represión descontrolada por razones políticas que nos retrotrae a los años más terribles de nuestra región en materia de persecución y genocidio. Sin ninguna duda, Milei es lo peor que le podría pasar a los pueblos de nuestra región.

Por esas razones, los movimientos sociales y populares de toda nuestra Patria Grande estamos junto al pueblo argentino en este momento decisivo para nuestra historia como región. No renunciaremos a los largos años de lucha y resistencia contra las élites que desde la época de la conquista han intentado instalar un modelo económico, político y social digitado por el imperialismo estadounidense.

 

¡Las fuerzas populares vamos a vencer!

Fascismo NUNCA MÁS

 

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