En un nuevo aniversario del Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, los movimientos sociales y populares articulados en ALBA Movimientos reafirmamos nuestro compromiso de lucha en la construcción del socialismo afro-indo-nuestroamericano y feminista, que busque construir prácticas sociales y culturales orientadas a superar el orden racista, imperialista y patriarcal de explotación basado en la desigualdad de género sobre el cual se sostiene el sistema capitalista, y que es por principio, intrínseca de la lucha de clases. 

Junto a nuestros pueblos, hemos opuesto firme resistencia contra el proyecto del capital: hemos resistido articuladas en toda Nuestra América en defensa de los territorios y los bienes comunes, con la bandera de la reforma agraria y la soberanía alimentaria, y contra las guerras y los genocidios impulsados por el imperialismo de los Estados Unidos. Nuestra resistencia se ha desarrollado en una diversidad de escenarios, desde los electorales buscando derrotar a las extremas derechas -a pesar de conocer los enormes problemas de la democracia burguesa- hasta las calles y el debate público, dónde las ideas hegemónicas del órden patriarcal se han convertido en un verdadero campo de batalla por la subjetividad de nuestros pueblos, y se han convertido en un verdadero desafío para la batalla de las ideas y las emociones.

Sin embargo, nuestro lugar no ha sido solamente el de la resistencia activa. Si algo caracteriza nuestra articulación, es precisamente el trabajo orientado a la construcción de un proyecto político que se presente como un horizonte de posibilidades para nuestros pueblos. Para nosotros y nosotras, ese proyecto debe ser uno que ponga la vida por encima del capital, que ponga por encima la realización colectiva sobre la individual, que priorice la dignidad sobre la subordinación, que respete la autodeterminación de nuestros pueblos y piense con los pies puestos en nuestro continente y en el Sur Global: el socialismo afro-indo-nuestroamericano, caribeño y feminista, en suma. 

En tiempos donde los nostálgicos del fascismo pretenden dominar el debate público, y se quitan sin vergüenza sus máscaras, nosotras afirmamos con orgullo que nuestro proyecto defiende el socialismo como horizonte de posibilidad para nuestros pueblos, porque busca transformar de forma radical las condiciones materiales de vida, y cuestiona las estructuras de poder que perpetúan la explotación, la desigualdad y la opresión. Comprendemos que esos monstruos han regresado con fuerza en un contexto de crisis de legitimidad y hegemonía de su modelo, que no ofrece ningún futuro posible para nadie que no sean las pequeñas minorías viviendo a expensas de la explotación de las grandes mayorías. 

Utilizan su ferocidad, su crueldad y deshumanización en particular contra las mujeres y las diversidades sexogenéricas para intentar garantizar su hegemonía en decadencia, porque saben que la propuesta de un feminismo de clase implica una transformación radical del  orden social que garantiza la acumulación y concentración del capital a costa de nuestro rol fundamental en el cuidado y la reproducción de la fuerza de trabajo propia, de nuestras familias y nuestras comunidades. Para la muestra es cuestión de ver la naturaleza de sus acciones: desde la militarización de los territorios, el saqueo de los bienes comunes, la violación de Derechos Humanos de los pueblos originarios, pasando por la persecución, criminalización y asesinato de nuestras lideresas y referentas territoriales, profundizando la deuda externa así como el endeudamiento en nuestros hogares frente a las crisis económicas, hasta la imposición de medidas coercitivas unilaterales y el desarrollo de genocidios donde nosotras somos población objetivo, son algunos de los mecanismos que ha desplegado el imperialismo estadounidense para someter y doblegar los procesos de lucha que pugnan por la emancipación de nuestros pueblos. 

Ante su violencia y autoritarismo, respondemos con un feminismo de clase, que lucha contra las múltiples opresiones, y que continúa el vasto legado revolucionario de Nuestra América que nos impulsa a enfrentar el capitalismo, el patriarcado y el imperialismo que amenazan nuestra vida, nuestros cuerpos, nuestros territorios, nuestra dignidad.

Seguiremos juntas, hasta vencer.
¡Por un socialismo afro-indo-nuestroamericano, caribeño y feminista!