NO AL GOLPE DE ESTADO EN MARCHA EN PERÚ.
SOLO EL PUEBLO MOVILIZADO EN CALLES, CAMPOS Y CARRETERAS PUEDE SALVAR LA DEMOCRACIA
 
En Perú está en marcha un golpe de estado en contra del gobierno del profesor Pedro Castillo. Desde ALBA Movimientos y desde cada rincón de la Patria Grande denunciamos a la derecha peruana y su insistencia en desconocer a las mayorías populares de este hermano país. Los primeros pasos iniciaron el mismo día de la victoria electoral pero ahora se han acentuado desde que lograron sacar a Héctor Béjar de la cancillería, en lo que consideramos puede ser el puntapié inicial de una contraofensiva golpista, vendepatria y ultra reaccionaria.
 
La estrategia golpista tiene como centro el congreso, dominado por las derechas, que ha presentado el récord Guinness de 19 mociones para cuestionar a siete Ministros en apenas 15 días de gobierno y amenaza para los próximos días con el hecho inédito e insólito de no otorgar la confianza al gabinete ministerial, recién nombrado, con la sola razón de que no le gustan los ministros. Al mismo tiempo estos sectores reaccionarios intentan derrocar al gobierno popular, recién asumido, usando la figura de “vacancia presidencial por incapacidad moral”, figura difusa y desprestigiada, parte de la institucionalidad desgastada y en crisis. Pero además, esta derecha golpista busca nombrar nuevos miembros del Tribunal constitucional que actúen como candado para impedir la Asamblea Constituyente y otros cambios necesarios que fueron votados en las urnas como programa y compromiso del presidente Pedro Castillo.
 
Como si el Congreso no bastara, esta derecha, mal llamada oposición, cuenta con los monopolios de comunicación como parte de su armamento, los cuales muestran la misma parcialidad, agresividad y racismo contra el gobierno que mostraron contra el candidato popular durante la contienda electoral. Además, los poderes fácticos económicos y financieros, especulan con el precio del dólar y de los alimentos, castigando a la población con la finalidad de generar zozobra y alimentar el ambiente golpista contra el gobierno. Y ahora cuenta con la complicidad expresa de sectores de los mandos de la Marina, que han cometido el delito inconstitucional, flagrante y público, de deliberación, cuestionando, al ex canciller, Héctor Béjar, en base a declaraciones suyas, sobre hechos históricos, que son incontestablemente ciertas, hechas antes de ocupar dicho cargo y manipuladas, descontextualizadas y tergiversadas por los medios parcializados de desinformación.
 
A su vez cuentan con el andamiaje judicial y jurídico en favor de los intereses dominantes e imperialistas para selectivamente ejecutar estrategias de judicialización de la política, lawfare, contra todo aquél que represente una amenaza para el apetito infinito de acumulación de la mediocre oligarquía peruana.
 
La solicitud de renuncia del canciller, de insuperables cualidades y capacidades, apenas a dos semanas de gobierno, es una clara muestra del golpe de estado en marcha en su faceta política y militar y expresa la vinculación de los partidos derechistas con sectores fascistas y negacionistas de las violaciones de Derechos Humanos acontecidas en Perú en décadas pasadas. Representante perfecto de estas fuerzas oscuras es el ex vicealmirante de la Marina y actual congresista, Jorge Montoya, hoy activo golpista que, en 1999, firmó la indecorosa “Acta de sujeción” al ex dictador Alberto Fujimori y su siniestro asesor, Vladimiro Montesinos, ambos actualmente encarcelados por crímenes y robos al país.
 
Entendemos que el golpe de estado en marcha busca impedir, como objetivo de corto plazo, las regulaciones y controles a la corrupción negociados y privilegios , como el pago de millonarias deudas por impuestos impagos al país, que el gobierno ha logrado cobrar a grandes mineras por primera vez en décadas. En el plano estratégico lo que intentan es volver a poner la política exterior del Perú en la renuncia de la soberanía, bajo los dictados del imperialismo norteamericano, para la injerencia y la agresión a pueblos hermanos de Nuestra América. Finalmente, impedir el ejercicio del derecho irrenunciable del pueblo peruano de su poder constituyente para decidir qué país quiere construir.
 
Sabemos muy bien que el golpismo en Perú no es solo contra un gobierno, es contra la democracia y el pueblo; es contra la integración soberana de Nuestra América y contra las esperanzas de los y las sin voz. Sabemos , por las lamentables experiencia sufridas en otros países que estos sectores no tienen pruritos en usar la más brutal represión y violación de derechos humanos para mantener sus privilegios y seguir obedeciendo, como tanto gustan, bajo la bota del imperio. Así lo muestran, sin lugar a dudas, las violentas expresiones y conductas fascistas y racistas que hoy acompañan las acciones golpistas. Los pueblos de Nuestra América solo tenemos nauseas de esos políticos, periodistas y militares que se indignan con verdades históricas pero callan sumisos frente a la venta de su país, frente al hambre de su pueblo, frente a los mas de 200 mil muertes por falta de salud publica de calidad. La historia los vomitará.
Quienes se sientan impunes de avanzar con esta aberración golpista sepan que los pueblos no olvidamos y no perdonamos, la justicia les llegará.
 
Solo la organización y movilización activa del pueblo, las organizaciones sociales políticas y todos los sectores del pueblo peruano, en calles, campos y carreteras, puede frenar el golpe de estado en marcha contra el legítimo gobierno del Perú y salvar la democracia. También la solidaridad internacional activa, especialmente de Nuestra América. La situación es extraordinariamente grave y peligrosa y ningún esfuerzo para defender la democracia sobra.
 
Por eso desde ALBA Movimientos llamamos a estar en alerta activa.
 
No toleraremos un golpe mas en el continente. El momento de frenarlo es ahora.