Desde nuestro nacimiento como articulación, en ALBA Movimientos nos hemos mantenido en alerta permanente frente los hechos que históricamente han sucedido en Colombia vinculados con la violencia estatal y paraestatal perpetrada contra el pueblo y sus organizaciones. Hoy, vemos con profunda preocupación y tristeza la crisis humanitaria desatada en la región del Catatumbo, en el nororiente del país, producto de los enfrentamientos armados entre el ELN y las disidencias de las FARC, donde se perpetraron decenas de homicidios selectivos y desplazamientos forzados de comunidades campesinas e indígenas de la región.

La región del Catatumbo se ha caracterizado históricamente por su tradición de lucha y organización en defensa de los territorios y las comunidades del nororiente colombiano, y han sido ejemplo de resistencia y dignidad frente a la violencia sistemática del paramilitarismo de la cuál han sido objetivo permanente. Por esta razón, exigimos de la forma más enfática a todos los actores armados presentes en la zona el respeto a la vida, al Derecho Internacional Humanitario, así como la defensa de la permanencia de las comunidades campesinas en sus territorios y el respeto de la vida de las y los firmantes de paz en la región. 

Rechazamos, junto a las organizaciones sociales y políticas del Catatumbo y del país, todos los ataques y amenazas en contra de las y los líderes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y firmantes de paz, y convocamos a la comunidad internacional y movimientos sociales y populares de la región a exigir el cese inmediato de las intimidaciones, hostigamientos, homicidios selectivos y amedrentamientos en contra de la población civil.

Sabemos, gracias a las enseñanzas del valiente pueblo de Colombia, que solo a través del diálogo y la negociación, y no de la militarización y del recrudecimiento de la guerra es posible salir de la espiral de violencia que aún sufren las comunidades a lo largo y ancho del país. Por esta razón siempre hemos acompañado las iniciativas de diálogo y salida negociada al conflicto político, social y armado, y lo seguiremos haciendo hasta que Colombia pueda encontrar su tan anhelada paz con justicia social para la construcción de la vida digna.

En 2022 acompañamos al pueblo colombiano, y celebramos junto a él la victoria del Pacto Histórico y del presidente Gustavo Petro como una esperanza para conseguir realizar por fin este sueño. Con la seguridad de que hoy es el pueblo quien gobierna desde la Casa de Nariño, instamos al gobierno nacional al cumplimiento de los acuerdos realizados con las comunidades, como es el Pacto Territorial para la Transformación del Catatumbo, así como el cuplimiento e implementación total de los Acuerdos de Paz de 2016. Asimismo, llamamos al gobierno a la urgencia de consolidar acciones que garanticen el desmonte del paramilitarismo, y a continuar en el camino de la solución política del conflicto que continúa vigente en diversos territorios a nivel nacional,  evitando soluciones guerreristas que aumenten la escala de violencia y militarización de la región.

Para los movimientos sociales y populares que nos articulamos en ALBA Movimientos, la paz de Colombia es la paz de la región, y en ese espíritu hemos trabajado junto a las organizaciones sociales y populares del país para defender la bandera de nuestra región como una zona de paz. Es indispensable que las organizaciones a nivel regional y global respaldemos los procesos de diálogo y negociación en Colombia, y vigilemos atentamente el desarrollo de los acontecimientos en el Catatumbo, así como en el país por el riesgo de que este escenario pueda repetirse en otros territorios. El acompañamiento internacional es fundamental para conseguir un Cese al Fuego que permita detener la profunda ola de violencia que azota a las comunidades campesinas, étnicas y afrodescendientes en numerosas localidades del país, y abrazar el enorme esfuerzo que realiza el pueblo colombiano hace décadas por encontrar una salida negociada al conflicto político, social y armado. 

 

ALBA Movimientos continúa firme junto al pueblo colombiano, junto al Catatumbo: exigimos paz y respeto por la vida.