Paraguay se ha convertido nuevamente, gracias a las políticas de sumisión al imperio del gobierno de Mario Abdó Benítez en una reedición de lo que fueron los 40 años de la dictadura de Adolfo Stroessner. No solo por su constante perfil represivo y hambreador contra los sectores más humildes sino también por el comportamiento colonial de permitir que militares y agentes de inteligencia estadounidenses, israelíes y colombianos se muevan como el pez en el agua en el territorio paraguayo. Esto ha multiplicado el concubinato con policías e integrantes del ejército para llevar a cabo acciones de secuestro y tortura contra militantes populares, campesinos, trabajadores, ensañándose en los últimos meses con familiares de insurgentes a los que han asesinado, con la complicidad que otorgan las campañas de difamación y encubrimiento de la gran mayoria de los medios hegemónicos locales.
Es así como a los crímenes de lesa humanidad cometido contra dos niñas argentinas de 11 años, las primas Lilian Mariana y Maria del Cármen, familiares directos de la prisionera política Cármen Villalba, le ha seguido la desaparición forzosa de Cármen Elizabeth, de 14 años, hija de Cármen y prima de las otras dos niñas, todo ello en el marco del asesinato a mansalva de tres insurgentes campesinos y la detención de Laura Villalba, hermana también de Cármen, a quien se la ha alojado en un cuartel militar donde se le produjeron torturas físicas y psicológicas. En realidad, el país ha retornado a los años en que en el marco del Plan Cóndor los ejércitos del continente operaban, trasladándose de un país al otro, y generaban múltiples secuestros y desapariciones de militantes populares y de todo aquel que fuera considerado «cómplice de la subversión» por parte de las dictaduras que ejercían el poder en el continente.
Actualmente, personajes como Abdó Benítez (hijo del secretario privado del dictador Stroessner) o el chileno Sebastián Piñera dan luz verde para que sus países se conviertan en laboratorios de las nuevas estrategias represivas, siempre bajo la bendición de Estados Unidos.
Es por ello que desde la articulación continental ALBA Movimientos nos sumamos a la campaña iniciada por organizaciones de Derechos Humanos y movimientos sociales de Paraguay y Argentina para: 1) exigir al gobierno paraguayo que cese la persecución contra la familia Villalba, 2) que dé información sobre el paradero de la niña Cármen Elizabeth, a la que -según testigos de las comunidades indígenas- fue detenida alrededor del 20 de noviembre pasado por uniformados de las Fuerzas de Tarea Conjunta, y que la misma aparezca con vida de inmediato. Por otro lado, solicitamos al gobierno argentino y demás integrantes del Mercosur que no negocien acuerdos comerciales con un país que viola los derechos humanos de su población, cuestionando de esta manera cualquier tipo de escenario de normalidad al que se puede aspirar en las relaciones exteriores de la Patria Grande.
Finalmente, solicitamos al gobierno argentino que conceda refugio a las integrantes de la familia Villalba que habitan en este país y al que los servicios de inteligencia y grupos operacionales de la policía y el ejército paraguayo amenazan constantemente. No hay que olvidar que años atrás uno de los hijos de la presa política Cármen Villalba, murió envenenado en la localidad argentina de Clorinda, fruto del accionar de estos grupos que violan la soberanía territorial argentina.
Desde ALBA Movimientos respaldamos también las gestiones que el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y la Gremial de Abogados y Abogadas de Argentina vienen realizando, a nivel denuncia de estos graves hechos, ante la Relatoría Especial de Ejecuciones Sumarias de las Naciones Unidas y ante el Comité de los Derechos del Niño (con sede en Ginebra) también relacionado con la ONU.
-Aparición con vida de la niña Cármen Elizabeth Oviedo Villalba!
-Castigo a los responsables del asesinato de las niñas Lilian Mariana y María del Cármen Villalba!
-Basta de violación de los Derechos Humanos del pueblo paraguayo!