Asesinatos, masacres y violencia policial

El gobierno de Iván Duque se consolida como uno de los más violentos en la historia reciente de Colombia. Según las cifras de INDEPAZ y Marcha Patriótica, desde que Duque asumió la presidencia se han producido 56 masacres, han sido asesinados 632 líderes, lideresas sociales e indígenas, y han sido asesinados 200 ex combatientes en proceso de reincorporación después de la firma del Acuerdo de Paz en 2016, desde ésta fecha al día de hoy hay un total de 1010 líderes y lideresas sociales asesinados. Durante el pasado mes de agosto se perpetraron 13 masacres donde las principales víctimas fueron hombres y mujeres jóvenes en las zonas rurales del país. En lo que va de 2020 van 47 masacres cometidas por grupos paramilitares y en complicidad (por acción u omisión) del Ejército Nacional.

En este contexto, el 9 de Septiembre se sumó una masacre nueva, esta vez en Bogotá, y a manos directas de la Policía Nacional: En un nuevo caso de violencia por parte de la Fuerza Pública, que ya había sido denunciada por casos de abuso sexual en grupo contra niñas menores de edad hace pocos meses, ésta vez la Policía en medio de un procedimiento y utilizando una pistola Táser, asesinó al abogado Javier Ordóñez, a quien torturaron con choques eléctricos a pesar de las súplicas de este para que se detuvieran. Un escenario muy similar al sucedido meses atrás en Estados Unidos con el asesinato de George Floyd.

Producto de este asesinato por parte de la Policía, numerosos manifestantes salieron a las calles en rechazo al abuso policial y exigiendo que cese la impunidad en los miles de casos de violencia por parte de la Fuerza Pública. En medio de las manifestaciones, la Policía abrió fuego contra los manifestantes, dejando como saldo de 10 personas fallecidas, varias de ellas menores de edad, y más de 260 personas heridas. Al cierre de esta gacetilla, por segundo día consecutivo, la población está protestando y la policía reprimiendo con el mismo método, se sabe de personas detenidas, y heridas con gravedad.

Hasta el momento la Policía Metropolitana de Bogotá no ha asumido la responsabilidad por estos asesinatos y los uniformados que asesinaron
a Javier Ordóñez solo han sido suspendidos.

Frente a todos los casos mencionados, asesinatos selectivos de líderes sociales y políticos, masacres, y asesinatos producto de la violencia policial, el gobierno colombiano ha dilatado realizar acciones reales que garanticen justicia y la no impunidad, y ha minimizado la profunda crisis humanitaria que atraviesa el país.

 

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