En los últimos días, la captura de cinco personas vinculadas a la Unidad de Defensa de Derechos Humanos y Comunitarios de El Salvador (UNIDEHC) y a la Hacienda La Floresta de San Juan Opico de El Salvador ha encendido las alarmas sobre una creciente ola de persecución e intimidación por parte del gobierno inconstitucional de Nayib Bukele, hacia militantes sociales, defensores y defensoras de derechos humanos y del territorio. Este hecho se suma a una serie de ataques que buscan silenciar las voces que denuncian injusticias y defienden los derechos de las comunidades.
Desde hace años, se lleva a cabo un proceso judicial sobre la posesión de las tierras donde residen decenas de familias en la Hacienda La Floresta. Los abogados y abogadas de UNIDEHC han cumplido con todos los procedimientos legales establecidos en la legislación civil y procesal civil, demostrando su compromiso con la legalidad y la justicia. Sin embargo, en un claro acto de persecución, la Fiscalía General de la República ha inventado la supuesta comercialización de los terrenos, acusación que carece de fundamentos y que ha sido desmentida por las familias que habitan en la zona. Esta institución, lejos de cumplir con su papel de garantizar derechos, ha sido denunciada por fabricar delitos con el fin de criminalizar a quienes defienden los derechos humanos.
La reciente captura de Fidel Zavala, líder social, tras denunciar en una conferencia de prensa la detención de otros defensores de derechos humanos, evidencia la desesperación del gobierno por reprimir a quienes alzan su voz contra las injusticias. Estas acciones reflejan una estrategia sistemática para acallar las voces disidentes y aumentar la persecución contra quienes se oponen a las políticas del actual régimen.
En este contexto las organizaciones de Nuestra América que hacemos parte de Articulación Continental de Movimientos Sociales y Populares hacia el ALBA expresamos nuestra más firme solidaridad con Fidel Zavala e Ivania Cruz, miembros de la UNIDEHC, organización que forma parte del Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular de nuestra articulación continental. Ambos han sido víctimas del autoritarismo y la represión del régimen de Nayib Bukele, en un claro intento de silenciar las voces que defienden los derechos humanos y denuncian las injusticias en El Salvador.
Denunciamos ante la comunidad internacional la captura arbitraria de Fidel Zavala, vocero de UNIDEHC, así como el allanamiento ilegal e intimidatorio a la vivienda de la abogada Ivania Cruz. Estos actos forman parte de una estrategia sistemática de persecución política por parte del gobierno de Bukele, dirigida contra quienes se atreven a denunciar la corrupción, el autoritarismo y la mala administración del Estado. Fidel Zavala e Ivania Cruz son referentes en la defensa de los derechos humanos y han dedicado su vida a la lucha por la justicia social, la protección de las comunidades y la denuncia de las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de facto de Bukele. Su trabajo ha sido fundamental para visibilizar el desmantelamiento democrático en El Salvador, las capturas arbitrarias, las condiciones inhumanas en las cárceles y los asesinatos de personas inocentes bajo custodia del Estado.
El régimen de Bukele, lejos de garantizar seguridad y justicia, ha utilizado las instituciones del Estado para perseguir, intimidar y silenciar a quienes se oponen a sus políticas autoritarias. Exigimos el respeto inmediato a la integridad física y moral de Fidel Zavala e Ivania Cruz, así como la liberación inmediata e incondicional de Fidel Zavala. Demandamos el cese de la persecución política, judicial y mediática contra defensores y defensoras de derechos humanos en El Salvador, y el fin de la criminalización de la lucha social y el respeto a los derechos fundamentales de las comunidades y organizaciones que defienden el territorio y la vida digna.
Llamamos a todas las organizaciones que forman parte de ALBA Movimientos, así como a las redes de solidaridad internacional, a pronunciarse y sumarse a esta exigencia de justicia. Es urgente que alcemos nuestras voces para denunciar estos actos de represión y apoyar a quienes resisten frente a la opresión y el autoritarismo. La lucha por la justicia y la dignidad de los pueblos no puede ser silenciada. Hoy más que nunca, es necesario fortalecer la solidaridad entre los pueblos y redoblar nuestros esfuerzos para defender a quienes defienden los derechos humanos.
¡Si tocan a uno! ¡Respondemos todes!
¡Libertad para Fidel Zavala!
¡Cese la persecución contra Ivania Cruz y todos los defensores de derechos humanos!
¡Basta de criminalización de la lucha social!