Los pueblos del mundo que padecemos el despojo y la injusticia del imperialismo norteamericano, no seguiremos tolerando mentiras y ataques contra pueblos hermanos que deciden no seguir los designios de la Casa Blanca. La República Bolivariana de Venezuela, su gobierno legitimo y su pueblo son un claro ejemplo de esto. Hoy Venezuela es blanco de la hipocresía mundial por sus logros, y por ser ejemplo de dignidad y lucha antiimperialista.
El próximo 6 de diciembre en Venezuela se celebrará un nuevo proceso electoral para elegir una nueva Asamblea Nacional, el instrumento representativo de carácter legislativo del pueblo venezolano. Esta convocatoria se hizo después de lograr un acuerdo entre el oficialismo y un importante crisol de partidos de oposición para garantizar que los comicios fueran efectivamente expresión de la democracia y hubiese participación de todos los partidos políticos. Es importante destacar que, de los 107 partidos políticos inscriptos, 98 son de oposición, y entre todas las fuerzas llevarán cerca de 14 mil candidaturas para disputar 267 escaños. Con esta información, quien diga que no existe la pluralidad de voces, o caracterice la democracia venezolana como “débil” está mirando para otro lado.
En Venezuela lo que sucede es todo lo contrario: Con estos comicios, se llega a la cifra de 25 procesos electorales desde 1998, que son una muestra clara de una democracia fortalecida. Eso sí, una democracia participativa y protagónica, donde el constituyente primario es el protagonista, y no la falsa democracia liberal con la que se llenan la boca los países que defienden golpes de Estado e intentos de intervención imperial. En ninguna de las elecciones anteriores se desconocieron los resultados de los candidatos o partidos opositores en los cargos en los que salieron victoriosos, sea en la Asamblea Nacional, las gobernaciones o las alcaldías. Tampoco sucedió cuando el chavismo perdió el Referéndum para la Reforma Constitucional en 2007.
Sin embargo, a pesar de tener mayores procesos electorales que la mayoría de los países de la región, la democracia venezolana es sistemática y constantemente atacada por los países imperialistas y por sus colaboradores locales que además de irrespetar la soberanía electoral de la República Bolivariana, piden permanentemente el recrudecimiento de las llamadas “sanciones” contra el pueblo venezolano, e inclusive, hacen lobby internacional buscando avalar intervenciones militares en el territorio.
Mucho ruido y gracia le produce a los pueblos que, mientras organismos internacionales como la OEA con Luis Almagro a la cabeza -confeso responsable del golpe de Estado en Bolivia en 2019-, la Unión Europea; o el club de gobiernos corruptos, títeres y violadores de DD.HH. del Grupo de Lima con Perú, Colombia, Chile, Paraguay, desconocen de antemano, y con todo un alarde amplificado por los medios hegemónicos, el proceso electoral en Venezuela, guardan un profundo silencio el tragicómico show electoral en EE.UU., donde el presidente Donald Trump, como todo un emperadorsito, se aferra al poder desconociendo la derrota electoral en los marcos del sistema democrático que tanto vende como ejemplo al mundo.
Desde ALBA Movimientos y la JORNADA INTERNACIONAL DE LUCHA ANTIIMPERIALISTA impulsamos la Jornada Antiimperialista en Apoyo a las Elecciones Venezolanas, de 1 al 8 de diciembre. Lo hacemos porque estamos con las causas de los pueblos y somos antiimperialistas, así que:
- Respaldamos las elecciones a la Asamblea Nacional a realizarse el próximo 6 de diciembre en la República Bolivariana de Venezuela convocadas por las autoridades legitimas y legales del hermano país latinoamericano;
- Exigimos el fin del bloqueo económico–financiero criminal contra Venezuela; que se termine con las agresiones permanentes del imperialismo estadounidense que profundizan las ya críticas condiciones de vida de la clase obrera, agudizadas en el contexto de la pandemia del COVID-19;
- Esperamos que las elecciones del próximo 6D sirvan para recuperar la Asamblea Nacional para el pueblo venezolano, poniendo fin a la utilización de este organismo como un brazo golpista y ejecutor de las maniobras de guerra híbrida del imperialismo con sus figuras serviles locales.
- Frente a este complejo escenario de asedio imperialista que pone en riesgo la soberanía y autodeterminación de la Venezuela Bolivariana, la solidaridad con el pueblo venezolano y la denuncia de la agresión del imperialismo estadounidense y sus aliados europeos son tareas ineludibles de todos y todas las antiimperialistas.
El imperialismo es el enemigo principal de la humanidad.