Basta de racismo y fascismo de y en los EEUU
Desde ALBA Movimientos siempre hemos denunciado la bestialidad del imperio, los sufrimientos, la destrucción, el hambre y la denigración que genera. Los pueblos de Nuestra América conocemos muy bien esa opresión imperialista, colonial y capitalista. Es esa misma opresión que viven millones de hermanos y hermanas dentro de EEUU y que no es nueva. Este Estado gendarme se construyó sobre la esclavitud africana y el genocidio indígena. La rodilla policial que asesino a George Floyd es la misma rodilla que oprime las gargantas de pueblos originarios, comunidades negras y latinas desde hace siglos.
Por eso desde nuestra articulación continental nos solidarizamos con ese pueblo antirracista, antifascista y anti patriarcal que está en las calles de Norteamérica, exigiendo dignidad y algo tan básico como reclamar que el estado deje de asesinar. Los pueblos del mundo “no podemos respirar” con el imperio encima. Las heridas del colonialismo atraviesan a las Américas de punta a punta. Pero el pueblo oprimido ha dicho basta.
El 25 de mayo fue asesinado George Floyd por la Policía de Minneapolis. La escena fue captada en video (donde se aprecia que George nunca resistió al arresto injustificado) que recorrió las redes sociales de todo el mundo, desatando la indignación de millones de personas que levantaron su voz contra el racismo institucionalizado de la policía yankee. En la última semana cientos de miles tomaron las calles para protestar por este asesinato. No fue un solo policía, fue todo el sistema poniendo el peso en esa rodilla racista.
La indignación se ha traducido en movilizaciones de calle en más de 30 de las principales poblaciones de los Estados de la Unión hastiados/as de un racismo histórico, sistémico e institucionalizado y que también se ha traducido en una permanente discriminación enlazada con explotación y saqueo: desempleo y falta de condiciones de trabajo; mal acceso a centros educativos; ausencia de espacios culturales y recreativos; escasos equipamientos deportivos y servicios urbanos; persecución policial. Todo esto entre otras manifestaciones de permanente gentrificación y desalojo de comunidades negras que han sido agravadas por el COVID.
Sin dudas la pandemia del COVID-19 ha acelerado la crisis del sistema capitalista y las reacciones de las elites han sido principalmente en defensa de los intereses del capital por sobre la vida. Ajustado a esa descripción la respuesta del gobierno de Donald ha sido: tildar a la gente de “terroristas”, un despliegue inaudito de la fuerza policial y militar para reprimir a la población; decretar «toque de queda» en varias ciudades; e incluso invocar una ley de 1807 para desplegar al ejército en las calles.
Mientras el Partido Republicano respalda plenamente las acciones de gobierno, en paralelo, el Partido Demócrata trata de capitalizar el descontento para las venideras elecciones presidenciales de noviembre, aun con un candidato de reconocida tradición en comentarios racistas e injerencistas.
Por su parte los organismos multilaterales, tan susceptibles de lo que pasa en Venezuela o Cuba, siguen ausentes de cualquier tipo de llamado frente a la represión masiva, la militarización de las ciudades, violación de derechos humanos y restricción de las libertades democráticas. Los países occidentales tampoco han hecho mucho por denunciar que en EEUU existe un régimen racista y fascista, mucho menos que se sostiene gracias a la apropiación y el despojo capitalista. Las grandes corporaciones de las redes sociales han usado la situación para lavarse la cara con posiciones pretendidamente empáticas con las protestas masivas, posturas progresistas, legitimando su rol en el aparato cultural global y sus cuantiosas ganancias muy poco empáticas con el hambre y la enfermedad del resto del mundo.
Frente a este aberrante panorama nuestra posición como Articulación continental ALBA Movimientos es estar siempre del lado de los pueblos y de la lucha contra la opresión y el imperio:
-Denunciamos el asesinato de George Floyd por parte de la policía de Minneapolis como un crimen de odio por responsabilidad del Estado de los EEUU y de su Gobierno.
-Condenamos la represión policial, los decretos de toque de queda y el despliegue de fuerzas militares para reprimir población civil. En EEUU se están violando Derechos Humanos masivamente, ahora y desde hace 400 años. La democracia que pregonan las elites nunca ha existido para la población afrodescendiente.
-Repudiamos el silencio cómplice de los gobiernos de los países centrales y sus elites, así como sus órganos multilaterales
-Nos solidarizamos con nuestros/as compañeros/as de lucha del Movimiento Antifascista, con la campaña Black Lives Matter y todas las organizaciones y colectivos que están siendo criminalizados por el gobierno de los EEUU por ejercer su derecho a la protesta; por buscar en definitiva la “completa libertad, justicia e igualdad, por cualquier medio necesario”.
Antifascistas, antimperialistas y antiracistas somos todos y todas.
Es tiempo de los/as condenados/as de la tierra
ALBA Movimientos