Desde ALBA Movimientos expresamos nuestro apoyo y nuestra solidaridad con las organizaciones populares, movimientos sociales, sindicatos y todo el pueblo colombiano en este Paro Nacional contra las medidas de profundización neoliberal, de saqueo y mayor represión que quiere imponer el gobierno oligárquico y genocida de Iván Duque.
El gobierno colombiano ha utilizado la pandemia para profundizar las políticas económicas neoliberales extractivistas funcionales a los intereses del gran capital, mientras descarga sobre el pueblo la crisis económica. Como si esta realidad no fuese asfixiante, ahora intentan reglamentar una reforma tributaria regresiva y antipopular para financiar el Estado oligárquico,la guerra contra el pueblo, pagar la onerosa deuda externa y llevar la guerra hacia países limítrofes.
Mientras que no solo mantiene sino amplia los beneficios y las exenciones tributarias a los empresarios y grandes ricos; reforma pensional y reforma laboral para arrebatar derechos adquiridos, precarizar los ingresos y empeorar las condiciones laborales, acabando con los contratos a término indefinido, lo que genera inestabilidad laboral para todo el pueblo trabajador.
Pero, si todo esto ya es nefasto, la negación total de Duque y las élites colombianas a aceptar la paz vuelve a hacerse evidente. Entre todas las propuestas ni siquera se contempla la implementación concreta de los acuerdos de Paz ni la reapertura del dialogo con el ELN. Cuestiones centrales en cualquier modelo de país que se quiera desarrollar en Colombia.
Alertamos a la comunidad internacional para que siga de cerca estas jornadas de lucha legitima porque la historia reciente ha demostrado que las clases dominantes colombianas solo saben responder con violencia a los reclamos por derechos y libertades. Inclusive, en las últimas horas del martes 27 de Abril un Tribunal del país intentó prohibir, por medio de una medida cautelar de último momento, las manifestaciones de este 28 de Abril, sugiriendo a las autoridades locales que revocaran los «permisos» -inexistentes porque el derecho a la protesta es un derecho constitucional- para la movilización con la excusa de la pandemia, argumento poco creíble en un país con tan pésima gestión, y baja tasa de vacunación a la fecha, y abriendo la posibilidad de mayores niveles de represión y violencia por parte de la fuerza pública. Lo que en cualquier país es una expresión de reclamo, en Colombia puede costar la vida o la libertad de compañeros y compañeras.
Por eso desde toda Nuestra América acompañamos esta lucha digna, valiente y necesaria. No solo por la naturaleza de las reivindicaciones, sino porque del freno a ese paquetazo depende el freno al espiral de violencia militar que se quiere incentivar desde el Estado.
A esos/as miles de hermanos y hermanas que irán a paro e inundaran las calles de cada rincón de Colombia les decimos que su lucha también es nuestra lucha.